Es la simplicidad, estúpido!

¿Qué tienen en común una hamburguesa putrefacta, una torre de camiones y unos tipos chupándose los dedos?

Por Álex Martínez Moreno

Estamos en pleno 2020, tecnofascinados en medio de la Cuarta Revolución Industrial. Y de pronto tres campañas de publicidad de sectores bien distintos nos llaman poderosamente la atención, destacándose del resto del ruido comercial. Todas ellas han coincidido en el tiempo y se han convertido inmediatamente en parte de la conversación. Pero ¿por qué?.

¿Son trendy? ¿El next big thing en publicidad? ¿algo rotundamente nuevo que no se parece a nada que se haya hecho antes?

No.

¿Entonces? ¿Qué tienen en común las últimas campañas de Burger King, Volvo Trucks y KFC?

Un fotografía impecable de puro feísmo, al servicio de un beneficio diferencial sobre la hamburguesa eterna de McDonald’s
La música de Vangelis BSO de «1492 Conquest of Paradise» da un toque épico-retro redondo.
El tagline «finger licking good» de KFC elevado a la máxima potencia.

Son simples.

Rotundamente simples.

Y están extraordinariamente bien ejecutadas.

Puro Principio KISS. Ya sabéis, aquel acrónimo acuñado en la marina de los USA en 1960 y que con el tiempo se convirtió en el mantra del diseño y, por ende, de la buena publicidad:  “Keep it simple, stupid”.

Tres extraordinarios ejemplos de buena publicidad atemporal, porque la buena-buena trasciende a modas y modismos. Como afirmaba Ed McCabe hace décadas “good advertising is simplicity, simplicity and simplicity”.  Más cerca, nuestro refranero enseña que “quien mucho abarca, poco aprieta”.

Todas ellas van directas a diana, al corazón de una propuesta de valor diferencial sintetizada hasta el límite. Y todas ellas siguen brillantemente la secuencia: “Primero, sintetiza. Luego, dramatiza.” Con los elementos mínimos imprescindibles y una ejecución impecable.

Probablemente el adland festivalero las inunde de metales. Pero el premio que han conseguido ya es formar parte de la conversación, ayudando a sus marcas a comunicar de forma hiperprecisa su beneficio diferencial. Y lo hacen en el momento de la historia donde más mensajes comerciales luchan por abrirse paso entre el hastío de una audiencia sobresaturada que ni los espera ni los necesita.

Mis más sinceras felicitaciones a los equipos implicados de INGO/David/Publicis, Forsman & Bodenfors y Mother. Tener una buena idea es meritorio, pero hacer que ocurra lo es incluso más. Por eso, enhorabuena también a los responsables de marketing y comunicación de esas marcas que han tenido la valentía de hacer las cosas así. Sintetizar implica renunciar. Y creer. Y apostar.

Back to the basics, dirán algunos. Yo digo, bravo.